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La Memoria: umbral en movimiento

A 39 años del asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero por Escuadrones de la Muerte en El Salvador, conmemoramos el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas. Rememorando el pasado, presente y futuro como horizonte de lucha de los pueblos.

En Chiapas las mujeres y hombres defienden la vida, la tierra y el territorio, la memoria, la verdad y la justicia. El Estado mexicano ha respondido con represión, criminalización y violaciones graves de derechos humanos como: desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, asesinatos, desplazamientos forzados, tortura y otros tratos crueles inhumanos y/o degradantes, masacres, entre otros, con el objetivo de sembrar terror y restar fuerzas a la vida en comunidad.

Los intereses políticos, la corrupción, la violencia, la discriminación y las injusticias son elementos que llevan a que estos crímenes se cometan. Además el Estado ha apostado por la división y desorganización de quienes luchan por la memoria y la justicia, pero frente a ello, los pueblos se organizan y resisten, manteniendo las voces de esperanza y las alternativas de resistencia.

La memoria está en movimiento, es un proceso que comienza y cruza tomando fuerza de las propias familias de las víctimas. Los familiares de las víctimas y víctimas sobrevivientes revelan la verdad de cada momento de la historia, no olvidan y mantienen la memoria para fortalecer la defensa de la vida, del territorio, de la dignidad. Es un proceso enmarcado dentro del contexto del Conflicto Armado Interno en Chiapas que aún no está resuelto y que persiste en las garras de la impunidad.

Para el Frayba conocer lo que ha pasado, el dolor y la resistencia es fundamental para que la memoria no se olvide, es importante no olvidar, la memoria debe ser profunda para que estos hechos de graves violaciones a derechos humanos no se repitan. Por eso es necesario: un mecanismo para que los pueblos transmitan y sigan construyendo su historia, para que defiendan su proyecto de vida y lo socialicen, para que el pasado sea movilizador de la transformación social en el presente y para que se construyan horizontes de lucha.

La memoria histórica es uno de los pilares de la resistencia indígena, de ella toma fuerza para la búsqueda de la justicia y la paz frente a la desintegración de la autonomía y la libre determinación, son testimonios de dolor y sufrimiento y lo transforman en resistencia y esperanza.

Frente a la ausencia de verdad y justicia, el Estado mexicano mantiene en la impunidad a los responsables materiales e intelectuales de las graves violaciones a derechos humanos, por ello se camina La Otra Justicia que es una alternativa con la construcción de sitios de memoria, lugares de recuerdo, de dignidad, en donde los pueblos resignifican y transforman los espacios de lucha, de reivindicación de sus derechos. Son símbolos de resistencia contra el olvido.

En el retrato de la memoria, la violencia y represión se ve: en el caso Viejo Velasco, en el caso zona norte, en el caso La Grandeza, en el caso Antonio González y en el caso Acteal. Hechos que se han cometido en el marco de la aplicación del Plan de Campaña Chiapas 94, con la acción militar y paramilitar.

La Memoria: umbral en movimiento, recorre y recoge la lucha por la verdad y la justicia de mujeres y hombres que llaman la atención del pendiente del Estado mexicano.

El Frayba reafirma su compromiso en caminar al lado de los pueblos y sus luchas por La Otra Justicia, quienes, desde abajo, reivindican sus derechos.

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. 24 de marzo de 2019. Boletín de prensa No. 04

La Memoria: umbral en movimiento