Pasar al contenido principal

La vida es una continuidad de rituales

  • Frayba presentó la agenda: Nostalgia de Tiempo Transcurrido.

 

Con la presentación pública de esta agenda, damos inicio a la celebración de los 30 años de vida del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas. Decir que nacimos hace 30 años, no es difícil, lo difícil es mirar cada paso dado, lo trabajoso es pepenar los granos dispersos, el fruto de las semillas-palabras que han polinizado mentes y corazones a lo largo de este tiempo corto y ya de largo aliento que se ha vuelto ya, nuestro ancho presente.

 

Quizá eso sea lo más difícil o tal vez no porque a fin de cuentas, el o los actos de pepenar implican mirar siempre el suelo, observar la tierra, mantener la vista siempre abajo, es co-sentipensar con la tierra y en íntima conexión con los seres que la habitan.

 

Tal vez lo más difícil es seguir caminando e imaginando un mundo con esperanza en medio de la penumbra, en un mundo en donde se percibe que, en cada paso que se da, el suelo puede derrumbarse, porque ahí se ha sembrado miedo. Imaginar y prefigurar mundos de vida digan posibles, sólo puede suceder si se co-sentipiensa desde la basta existencia, con las condenas y condenados de la tierra en donde emerge siempre la esperanza y la luz que iluminará nuevos y otros horizontes soñados por nuestra ancestralidad.

 

Nostalgia del tiempo transcurrido, nombre que lleva la agenda FrayBa, podría ser un memorial de agravios que nuestros pueblos han padecido desde el sur hasta el norte por un sistema injusto. Pero también puede ser un lienzo, un telar de nuestras historias entretejidas en el tiempo, memorias compartidas para una esperanza en este ancho presente.

 

Nostalgia del tiempo transcurrido, no sólo es un recuerdo, una añoranza de vidas y encuentros pasados que cómo quisiéramos que volvieran esos momentos, esos compartires, esos gestos, esas caricias bajo la brisa y frescura de un atardecer o despertar con el canto de los gallos y ladrido de perros en las verdes montañas; sólo son los deseos de volver a encontrarse con una mirada que penetran hasta el alma para entregarse hasta la muerte con un pueblo que no se cansa de caminar y luchar; no sólo es desear volver a sentarse con el mal gobierno en San Miguel, o en la Catedral y en las mesas de San Andrés Sakam Ch’en de Lo Pobres. No, no es eso, o no tan sólo es eso, si que es algo más y va mas allá de una simple nostalgia de tiempo transcurrido. Nos compromete a arar aunque sea en el viento y sembrar esperanzas, polinizar a los cuatro vientos con la voz de nuestros pueblos que de vez en cuando se se sienten tan solos como hace un cuarto de siglo o como hace mas de quinientos años cuando murieron en la hoguera los libros, cuando convirtieron en polvo y ceniza nuestras historias para erigir otras historias de verdad.

 

En la nostalgia de ese tiempo transcurrido, en el dolor compartido y con la esperanza de construir un mundo nuevo, es que nacimos como FrayBa. Y como el tiempo es cíclico, nos damos cuenta que somos el colibrí de la mañana, el colibrí del medio día, el colibrí del atardecer y el colibrí de la media noche. Que traemos y llevamos los mensajes sin ser la voz, ni usurpar la agencia de los sujetos con quienes caminamos. Esta agenda con estos nuevos signos de los tiempos, nos lanza un reto a veces grande y a veces chico, pero al fin y al cabo son retos porque luchar por la justicia, no ha sido, no es y ni será nada fácil que es nuestra razón de ser.

 

 

 

Juan López Intzín.
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.

22 de enero de 2019.

La vida es una continuidad de rituales