Los laberintos por Verdad y Justicia
Somos cuerpos de luz que atraviesan en uno y la otra,
que a su vez son un solo pensamiento,
un solo corazón para encontrarse
la eternidad de la vida en este universo,
a través de los caminos,
las palabras vertidas en versos,
que provocan el crecimiento de los abrazos
hasta los huesos
desde la cúspide de la mirada que mira el horizonte.
Desde el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, (Frayba), hemos aprendido que la memoria significa resistencia y esperanza, que la memoria crea horizontes de lucha donde los pueblos, comunidades, familias, cada persona, se articulan en objetivos comunes para sustentar sus acciones políticas y así, no claudicar para conocer la verdad y la justicia, esto como reacción ante la lápida de impunidad generada por el Estado.
El Estado mexicano, se ha caracterizado por gobiernos donde se expresa la violencia más descarnada y el cinismo de funcionarios para mantener un sistema legal profundamente corrupto. La referencia de impunidad relacionada al acceso a la justicia sigue siendo dramática con un 90% en el país, los expedientes penales y las carpetas de investigación están manchadas de violaciones graves a los derechos humanos.
El crimen de la Narvarte es una de estas situaciones, que nos impactaron hondamente y de ahí lo que sabemos: el caso que transita entre la nefasta torpeza en las investigaciones y la indiferencia gubernamental. Son 5 años donde las familias han enfrentado la gran muralla de impunidad, donde desde el gobierno todo lo han hecho mal, de manera deliberada, son 5 personas asesinadas (4 feminicidios y un homicidio); son 5 años de exigencia de justicia, aquí una vez más la falla está en el Estado, en sus acciones de investigación; son 5 años de la miseria de un sistema judicial decadente e ineficaz.
No obstante, resistencia, memoria y verdad, ha sido el ritmo de la palabra en alto de Mirtha Luz, madre de Nadia Vera, a quien desde el Frayba hemos abrazado solidariamente y a través de ella a las familias de Rubén Espinosa, de Alejandra Negrete, de Mile Martín y de Yesenia Quiroz, a quienes nos unimos y convergemos a la voz contra el olvido, por la memoria que nombra y señala las exigencias de conocer la verdad, elemento fundamental para dignificar a las víctimas.
No olvidamos. Cada palabra, cada testimonio, cada expresión artística, intervención política, manifestación de norte a sur, en cada expresión del cuerpo… dan cuenta de la terca exigencia de justicia de las familias, de las compañeras/os, colectivos, organizaciones que acompañan, ante la impotencia que genera terror que es creado por los operadores de justicia y estos se han sostenido por estos 5 años. Por lo que es necesario que se garantice a las familias y a la sociedad el derecho a la verdad, urgimos el pleno derecho a saber lo que pasó y agotar todas la líneas de investigación para ello.
Como parte de esta sociedad que conocemos esta injusticia, como parte del pueblo nos rebelamos a esta situación de impunidad, seguiremos rompiendo los muros de la ignominia de todas la maneras posibles, sabemos que la voz de las familias y de sus redes de apoyo no cesarán, estaremos hasta que se levante de la cenizas la luz de la justicia, verdad y memoria, porque su legítima lucha crece, abre corazones y une los caminos de quienes desde abajo vamos reconociéndonos en el dolor, en el digno furor de la palabra y la memoria.
Pedro Faro
31 de julio de 2020
Jobel, Chiapas, México.
1 Participación en el conversatorio. #Narvarte5Años. Pendientes de Justicia y Libertad. Organizado por Articulo 19. 31 de julio de 2020.